Todos los usuarios de ascensores compartimos un pequeño problema, a pesar de que utilizamos con frecuencia estas valiosas y útiles herramientas desconocemos qué cosas debemos evitar hacer para que su vida útil o funcionalidad no se vea afectada.
Si bien tenemos claro que no debemos tratar de forzar la apertura de las puertas, tocar sin necesidad los botones de alerta de emergencia, no golpear con objetos contundentes los botones de mando y no estorbar el cierre de la puerta de forma innecesaria, existen otras actividades comunes que pueden generar daños en nuestros ascensores.
Y el problema de estas acciones es que no son esporádicas, la verdad es que son tan comunes que, quienes realizan el mantenimiento de ascensores prácticamente pueden determinar cuál de estos actos es responsable de las fallas que presente el equipo, aún sin revisar cámaras o pedir observaciones a los usuarios.
¿Cuáles son estos actos habituales?
El primero es el más sencillo de determinar, olvidar el mantenimiento. Y esto no aplica solo para ascensores en buen estado, en ocasiones estos olvidos ocurren con equipos que necesitan labores urgentes y que lo demuestran a través de su funcionamiento. Este acto puede llevar a accidentes que generen acciones legales por la irresponsabilidad de uso del equipo y su supervisión.
La segunda acción no es tan común como la primera pero igual de perjudicial: exceder los límites de carga. Esto ocurre tanto con personas a bordo de la cabina como al utilizar esta para trasladar objetos pesados o para hacer mudanzas. El exceder estos límites generará un desgaste rápido de las piezas de la maquinaria que no se verán inmediatamente, pero si en un breve lapso de tiempo.
Un tercer punto: marcar indiscriminadamente los botones. Si bien esta acción suele asociarse a los niños también los adultos cometen este error, tanto dentro de la cabina como en su exterior al esperar. El presionar múltiples botones genera conflictos en el tráfico, lo cual a su vez crea retrasos y posiblemente un bloqueo del ascensor.
Y como cuarto factor tenemos el tratar de abrir la puerta cuando se presentan averías. Aun si sufrimos algún tipo de fobia hacia espacios pequeños y encierro, debemos esperar con paciencia la ayuda desde el exterior. Acciones diferentes a estas pueden generar fallas y accidentes en caso de que se reanude repentinamente el movimiento del ascensor.
Evitando estos actos y otros similares no solo será posible conservar el buen estado de nuestro ascensor, también podremos disfrutar con seguridad de su uso cotidiano sin poner en riesgo nuestra integridad ni meternos en problemas con otros usuarios.